El formato reality es, casi por definición, polémico y escandaloso. Y, además, despierta en el público adhesiones y rechazos que muchas veces rozan el fanatismo. En la historia de los realities argentinos hubo varios momentos que quedaron en los archivos televisivos, no siempre con los mejores recuerdos.
El caso más reciente de Samanta, de Bake Off Argentina, no fue el primero, pero encendió la polémica, principalmente en las redes sociales, a tal punto que obligó a la producción del programa de Telefe a cambiar el final: ganaba ella, pero el premio se lo llevó el que había salido subcampeón.