Menú

showbizBeta

Redes

7/6/2025

Zoe Gotusso: "Mutar hace doler, pero me encanta el dolor bueno"

La serie de once presentaciones que culmina este fin de semana abre otra faceta para la cantante y compositora, que le dio forma a un espectáculo donde armoniza la música y lo teatral.

 “Estoy tratando de soltar la guitarra porque siento que tengo otras cosas"
 “Estoy tratando de soltar la guitarra porque siento que tengo otras cosas"


EN VIVO

Cultura y Espectáculos

Presenta "Pequeños Conciertos" en el Xirgu

Zoe Gotusso: "Mutar hace doler, pero me encanta el dolor bueno"

La serie de once presentaciones que culmina este fin de semana abre otra faceta para la cantante y compositora, que le dio forma a un espectáculo donde armoniza la música y lo teatral.

Zoe Gotusso menciona varias veces la importancia de mutar y probar cosas nuevas. La joven cantante y compositora cordobesa dice que se aburre si permanece mucho tiempo en un mismo lugar artístico. Necesita armar y desarmar. El cambio es su principal motor. Con esa premisa, la artista de 28 años está presentando un ciclo de shows en clave teatral llamado Pequeños Conciertos en el Teatro Margarita Xirgu (Chacabuco 875). Con dirección artística de Luciana Acuña y dirección musical de Mariano Otero, el espectáculo propone un cruce estético donde lo teatral y lo musical dialogan en armonía. “A veces siento que todo ha ido muy rápido en cuanto a lo que yo imaginé y a lo que me empezó a dar el camino artístico. Entonces, es una manera mía romántica de generar intimidad y poder hacer que no dure todo tan poco como todo dura hoy. Ese fue mi deseo”, dice Gotusso sobre el ciclo de once funciones en el Xirgu que culminará este fin de semana -6, 7 y 8 de junio-, siempre a las 20.30.

En Pequeños Conciertos, Gotusso despliega no solo su vocación de cantante, sino también sus dotes actorales. Si bien la voz también es cuerpo, en esta puesta la cordobesa ofrece una performance: interactúa con un grupo de bailarines, se mueve con sutileza por el escenario, se cambia varias veces de vestuario, juega con elementos teatrales –como luces, sombras y pantallas-, se despoja por momentos de la guitarra y también rompe la cuarta pared cuando baja a cantar en medio del público, entre las butacas del teatro. “Estoy tratando de soltar la guitarra porque siento que tengo otras cosas. Eso fue también una decisión”, resalta Gotusso sobre esta nueva faceta. “Voy inventando pasos y descubriendo cosas. Me siento bien mutando y a veces me hace doler mucho, pero me encanta el dolor bueno. Hoy el mundo muestra tanto y tiene tanta información que estos conciertos son muy placenteros. Me estoy animando a hacer algo distinto, no quiero más de lo mismo. Ese es mi deseo al futuro: ir cambiando. Me divierto, me hace feliz”.

“Un amigo me dijo: ‘¿Te das cuenta que estás actuando?’. ¡Ni en pedo, estoy actuando de mí, no sé! No estuvimos mucho para pensar este show, fue muy mágico cómo se dio todo”, dice sobre el trabajo performático. “Estuvimos ensayando dos meses y con mi cuerpo no más que un par de días. Porque hay parte de mí en el trabajo y también obviamente hay una coreografía, un borde guionado. Pero no soy bailarina a nivel profesional, entonces no puedo establecer tantos pasos y movimientos. Siempre hice lo que quise y me apoyé mucho en mis canciones y en mi carisma, en mi manera de ser”, explica. “Me sostenían otras cosas, algo que no me pasaba antes. No es lo mismo tener que bailar sola a tener que cantar una canción de amor con un vestuario o una luna espectacular atrás. Con la directora buscamos muchas imágenes: una luz, una luna, unos pasitos de baile. La idea era desarrollar algo. Y todo sin la pretensión, odio la pretensión. Obviamente es un show bastante pretensioso pero mi tarea número uno fue ‘Cómo sumo el mundo del teatro y bailarines sin la sobreactuación’”.

-Esta propuesta construye un código teatral con el público, hay una complicidad distinta a la de un concierto convencional…

-Acá la propuesta era: "Vengan a ver esto que dura una hora y media, y que empieza y termina". Hay un solo momento donde bajo y está planeado. Es un show para sentarse y mirar lo que armamos. Nos encanta que canten, pero es una performance, es distinto cuando hay cosas guionadas. De hecho, el teatro es más oscuro. Para mí fue nuevo no mirar a nadie en el público. No veo nada porque tengo todas las luces en la cara, entonces tengo que imaginarme que hay gente y solo los escucho cuando cantan. No sabía si iba a ser viable lo de interactuar con el público en este formato, pero sí lo fue, esa complicidad se logra de otra manera. El show, además, tiene un poco de humor, hay unos chistes. Hay una decisión de que los plomos interactúen conmigo, algo que jamás pasa en un recital convencional. No sabía que iba a terminar haciendo esto, pero lo hicimos. Conocí algo nuevo, me encantaría que me lleve a otro lugar.

El repertorio del espectáculo se construye con las canciones de los dos discos publicados por la artista: Mi primer día triste (2020) y Cursi (2024). Con producción artística de Cachorro López, el segundo álbum es más luminoso y con un carácter más bailable que el anterior. De alguna manera, la cordobesa logra trascender el terreno del pop y conecta con la canción popular latinoamericana. En el disco, además de entregar composiciones propias, grabó versiones de “Voy a olvidarme de mí” (con Bomba Estéreo), “No hay nadie como tú” (con Andrés Calamaro), “Como una ola” y “Pensando em você”, con su autor como invitado, el cantautor brasilero Paulinho Moska. “Me encanta componer. A veces compongo pero otras veces no tengo ganas. Y ahí aparece otra parte. Cuando suelto la guitarra y cuando bailo pasan otras cosas”, dice.

“’Pensando em você’ la conocí cuando tenía 13 o 14 años. Me la mostró mi vieja porque tenía el disco Tudo Novo de Novo (2003). Lo escuchamos mucho y estaba esa canción ahí. Siempre quise cantar ese tema, hace años”, cuenta. “Así que lo tradujimos al español, le cambié un par de cosas y le inventé otras. Después lo invité a Paulinho: ‘No nos conocemos, pero estamos en Argentina trabajando en este disco y quiero poner esta canción.' Y le mandé mi versión. A los meses me dijo que iba a estar por acá y me propuso que nos juntemos a cantar. Ahí aproveché y lo traje al estudio. Improvisamos esa versión acústica a guitarra y voz que quedó en el disco”.

-¿El concepto de Cursi tiene que ver con mostrar sentimientos sinceros y viscerales?

-Siento que soy lo más cursi que hay. Cuando googleé "cursi" la definición que me daba decía: "Lo que pretende ser elegante o amoroso sin conseguirlo". No me siento así. Me siento bastante amorosa, bastante loca también y elegante. Pero no es algo que pretenda ser. Es una forma de reírme de mí misma, porque es verdad que soy una terrible romántica. Quizás no regalo flores en mis canciones pero sí lo hago con las palabras y canto "Pensando en tí" o "Bailemos un bossa más". Tengo canciones con nombres propios como "María" o "Lara". Soy cursi y creo que una cosa tiene su límite o su fin cuando uno se ríe de eso. Empezar a reírme de mi cursilería es lindo, pero a la vez me siento cero cursi. Me sale de verdad, es natural. Esa mala prensa que tenía la palabra no me identifica. Es bastante cool para mí ser cursi, no es exagerado.

-¿Te interesa el trabajo de la canción popular latinoamericana a través de la voz? Porque lo tuyo cada vez se enfoca más en la canción popular y trasciende el terreno del pop.

-Yo siento esto también. Nunca voy a dejar de componer y siempre vuelve eso a mí. Pero estoy como soltando y dándome cuenta que también pasa algo re poderoso cuando pongo la voz en una canción que no escribí yo. Me parece que está bueno no ser tan egocéntrica de poner la jeta, hacer las canciones, producir el show. Cuando no compongo o no agarro la guitarra pasan otras cosas. Entonces, estoy divertida con esas cosas que pasan. Por eso interpretar, poner mi voz en otros lados, puede hacer que algo vuele más lejos. Mientras más hago consciente esto que indirectamente estoy haciendo más voy hacia ese lugar. Por eso soy una mutante. Si bien está bueno componer canciones, no me vuelvo loca, porque cuando uno interpreta una obra también se vuelve propia, como hizo Mercedes Sosa. Una voz. El cantante popular, el oficio de cantante. Con Andrés (Calamaro) hablaba mucho de eso.

-Tu proyecto solista creció mucho en estos cinco años, al punto tal de que le abriste los shows a Coldplay en River en 2022 y a Paul McCartney en Córdoba el año pasado, ¿Cómo hacés para encontrar un equilibrio entre lo que tenés ganas de mostrar y decir con la música y las exigencias de la industria? Porque siempre hay una tensión cuando un artista forma parte de un sello grande.

-Sí, hay una tensión. En algún punto me llevo muy bien con la industria y con lo comercial, si no me hubiera quedado en mi cuarto tocando las canciones para mí. Me encanta salir y complacer al espectador. Pero me cuesta mucho también porque a medida que voy creciendo la industria exige mucho. Hoy el mundo es todo ya, ahora, on demand. Y me cuesta también lo industrial, los eventos. Lo llevo lo mejor que puedo y trato de ser sincera con eso. Digo las cosas de frente y eso puede ser un poco duro, pero la gente sabe que soy buena y es una manera de defenderme también. Porque sino siento que te comen. Damián Amato, el presidente de Sony, es una persona que a veces escucho y otras veces no. Pero cuando escucho, tiene mucha razón, porque tiene experiencia. El sello me ha dado muy buenos consejos, como la idea de grabar un disco con Cachorro López. Tengo un buen vínculo con mi sello. Igual ponemos nuestros límites, nunca dejo de hacer lo que me gusta. Ser frontal me ha preservado mucho. Pero es importante saber escuchar. No hay que pelearse con la industria. Son una potencia para mí y mi proyecto. Hay que ser astutos y habitar los lugares.

-Estamos atravesando una etapa convulsionada no solo en el país, sino también en el mundo. ¿Cómo acompaña la voz de un artista a su pueblo y a su época en tiempos de crisis?

-Es fundamental. Es uno de los dos, tres o cinco pilares que hay en una sociedad y en un país. La cultura saca a gente del pozo. Y hay mucha gente que a nivel emocional o económico tendrá su pozo. Para mí también el mundo está cambiando mucho y es crudo. Me encanta estar en la cultura. Si alguien puede venir a un concierto y darse el lujo de llevarse algo nuevo ya es un montón. Creo que ése es en parte el trabajo del arte. Y espero estar aportando desde ahí, porque no soy ni economista ni política. Soy música y cantante y espero estar sumando mi granito de arena desde mi lugar. Me gusta la gente trabajadora y espero ser buena trabajadora en lo que me respecta.

El ojo de Cachorro

La idea de convocar al experimentado productor Cachorro López para trabajar en Cursi fue de Damián Amato, presidente de Sony Music Argentina. Pero Gotusso dio varias vueltas hasta que se decidió a reunirse con el ex músico de Los Abuelos de la Nada. Después del encuentro, Cachorro le dijo que quería trabajar solo algunos temas, pero ella, a esa altura, ya estaba decidida a trabajar el álbum completo. “Pienso que a Cachorro primero le cautivó mi música al punto de que le dieron ganas de hacer todo el disco… porque me había dicho que no quería hacer discos, porque hace mucho no lo hacía. Se cautivó y a la vez me dejó ser”, destaca la cordobesa, “Y en otro punto también me potenció. Cachorro es un gran simplificador y para mí los simplificadores son lo más que hay. Porque a veces la gente en el afán de la pasión se pasa: canta un montón, toca un montón. Pero él es bueno viendo lo importante. Para mí a veces lo importante es lo simple y lo digo como un halago. Lo que ya estaba pasando él lo veía y aparte trataba solo de sumar, como un desmalezador”.

-En Cursi hay un trabajo de mayor soltura y madurez en tu voz, ¿es así?

-Sí, total. De hecho, estudié para cantar mejor. En el disco hay una canción de Carlos Vives, "Voy a olvidarme de mí", que llega a otro registro y hasta me costó estudiarla. Hice muchas clases de canto y también Cachorro es una persona que cuando nos conocimos me dijo: "Yo en lo único que voy a ser pesado es con la parte vocal, sentir bien la tonalidad para vos, cómo lo cantás". Lo seguí en esa. Y sabiendo que era así seguí estudiando. Si Cachorro me iba a exprimir de esa manera sentía que tenía que estar bien al tiro en lo que me correspondía.

Suscribite a los newsletters del Grupo Octubre

Conocé todas las opciones del contenido que podés recibir en tu correo. Noticias, cultura, ciencia, economía, diversidad, lifestyle y mucho más, con la calidad de información del Grupo Octubre, el motor cultural de América Latina.

Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.

Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/832119-zoe-gotusso-mutar-hace-doler-pero-me-encanta-el-dolor-bueno