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20/4/2025

Festival Ultra Buenos Aires: el reencuentro con la música electrónica de masas

Unas 80 mil personas, entre las dos fechas, disfrutaron de este encuentro que regresó a la agenda porteña de festivales a 11 años de su última realización. 

Boris Brejcha brindó una actuación sobria y elegante. 
Boris Brejcha brindó una actuación sobria y elegante. 


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Festival Ultra Buenos Aires: el reencuentro con la música electrónica de masas

Unas 80 mil personas, entre las dos fechas, disfrutaron de este encuentro que regresó a la agenda porteña de festivales a 11 años de su última realización. 

Poco después del arribo de la madrugada del domingo, en el Parque de la Ciudad, Anyma arrancó su set despachando “Voices In My Head”, oda al melodic techno que firmó junto a sus colegas Agry y Son of Son. Mejor banda de sonido imposible para que el Ultra Buenos Aires coronara con éxito su retorno a la agenda porteña de festivales, a 11 años de su última realización. Como se sabe que el productor y DJ neoyorquino juega de local en esta orilla del Río de la Plata, a partir del renombre que sembró gracias a la dupla que integra, Tale of Us, le tocó la tarea de cerrar no sólo el tablado Main Stage, sino también los dos días de evento.

En paralelo a Semana Santa, el viernes y sábado se produjo esta celebración de semblante pagano, donde una feligresía cuantiosa, de 80 mil personas (entre ambas fechas y al que vino público de otros países, que dijo presente con sus banderas), celebró a otro tipo de deidades. A fines de los 90, el himno rave “God is a DJ”, del grupo inglés Faithless, profetizó el endiosamiento de los DJs, quienes convirtieron a las bandejas en altares y transformaron a los festivales en greyes. Y en Argentina esto no fue la excepción. Sin embargo, tras varios años de oscurantismo, a raíz de la Tragedia de Time Warp (2016), la electrónica de masas recién ocupó de vuelta su espacio natural.

El Ultra Buenos Aires sucedió después del regreso de Creamfields, en 2024, y del show gratuito y sorpresa de Solomun, en enero (sendos eventos fueron en el mismo predio). Es además apéndice del Ultra Music Festival: creado en 1999 en Miami, y ancla de posicionamiento de la metrópolis norteamericana como termómetro de esa comunidad (allí se realizan dos actividades esenciales de la escena, el Winter Music Conference y el Miami Music Week). Si bien se distinguió por amplificar los diferentes estilos del árbol familiar del género, en los últimos tiempos se tornó en la vitrina por excelencia de la movida EDM. Algo así como el chiche electrónico de la industria musical.

Justamente por el Maine Stage desfilaron buena parte de los tótems del EDM. De los cuatro escenarios erigidos, a éste se le adjudicó el rol principal; y era lo más parecido que se vio en la ciudad, en cualquier tipo de espectáculo musical masivo, a una imponente estructura alienígena. En lo alto de su techo pendía una “U”, devenida en logo del festival, que se encendía y cambiaba se colores, sumergida en una coreografía. Al tiempo que en la pantalla del centro (con las de los costados a manera de extensión) se podía disfrutar de los más inimaginables delirios audiovisuales. Exaltado todo esto por la pirotécnica y las ráfagas de fuego que emanaban del piso tablado.

Entre las performances más alucinantes, rankeó en la primera jornada la del neerlandés Martin Garrix (sus fans lucieron banderas y pancartas alegóricas), respaldado por su progressive house y esa cruz que por momentos parecía acuática y más tarde un tornasol de colores. Al día siguiente, por el Main Stage entró ISOxo, mientras alguien con una cámara de mano filmaba todo lo que hacía, y hasta se lo podía ver activando los botones del aparato, este estadounidense de 23 años, llamado a ser el sucesor de Skrillex, era el brazo post dusbtep de la grilla. No obstante, por el tamaño de la convocatoria en ese horario, acá el género ya no cala entre las grandes audiencias.

Si el sábado el sueco Axwell, miembro del trío Swedish House Mafia, revisitó a su banda, al igual que a Empire of the Sun y a Travis Scott, el dúo ucraniano Artbat se acercó tanto a The Chemicals Brothers que llegó a pasar “Hey Boy, Hey Girl”, de sus pares ingleses. Pero la actuación más elegante y sobria de ese escenario fue por cortesía de Boris Brejcha, el día viernes. El enmascarado alemán hizo alarde de ese minimal techno de cuña teutona, y del que bien supo apropiarse (de eso dieron fe tracks como “Gravity” y “Reflections”). Recurriendo aparte a una estética minimalista y oscura, que ayudó a entrar en su territorio, donde ofició de chamán con esos movimientos de manos.

Mientras todo eso pasaba en el Main Stage, el tablado Resistance se alzó como el segundo en importancia. Ese no sólo sonó muy fuerte, sino que también albergó las propuestas más cañeras, entre las que despuntaron las de las DJs ucranianas Miss Monique (el sábado) y Korolova (el viernes). Por ahí pasó la otra mitad de Tale of Us, el italiano Mrak, con su melodic techno. Aunque en la fecha anterior que su compañero. Al día siguiente, el español Sandro Bianchi puso en su set la versión de “Gracias a la vida” de Mercedes Sosa, y el neerlandés Hi-Lo (álter ego de Oliver Heldens) brindó una performance fabulosa, casi hipnótica. Y es que era imposible despegarse de esos borbotones de bucles que desprendía su future house, del que es bastión.

Si bien hubo muchos guiños al dance y la electrónica de los 90 y los 2000, el mano a mano entre Hot Since 82 y Adan Ten se fue un poco más atrás al invocar Kool & the Gang, y su hit “Get Down On It”. Lo del tándem fue básicamente un tributo al buen groove, y algo similar pretendió Francis Mercier con el balearic beat y al tribalismo, secundado por el buen gusto del sudafricano Black Coffee. Ellos estuvieron el viernes en el tablado Resistance 2, donde el sábado el sábado se le dio rienda suelta al beat duro, crudo e incendiario. Como el de la DJ portuguesa Otta, del australiano Partiboi69 o del enigmático francés I Hate Models, quien cumplió con las expectativas.

Entre los casi 70 nombres de la grilla de este Ultra Buenos Aires, abundaron los actos argentinos. El set más notable fue el de Mariano Mellino, el viernes en el Resistance 2, quien en el tercer track ya controlada a la audiencia. Secundado por lo de Juan Hansen, que el sábado en el escenario UMF Radio, luego de construir un live set cargado de capas, homenajeó al “Número 1”. Entonces desenfundó una apropiación tremenda de “Siempre es hoy”, de Gustavo Cerati. También despuntaron Klauss, Malena Narvay, Nicolás Taboada, Franco Cinelli y algunos artistas patrios más que seguramente estarán en 2026. Y es que se confirmó la próxima edición del festival.

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Fuente: https://www.pagina12.com.ar/819544-festival-ultra-buenos-aires-el-reencuentro-con-la-musica-ele