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21/1/2025

Robert Zemeckis: "Solo uso la IA para hacer maquillaje digital"

El realizador reunió a la pareja de "Forrest Gump" para una película que atraviesa los tiempos y fue duramente castigada por la prensa. "A veces las críticas son comprensibles, a veces son infundadas", señala. "Todo el mundo hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene."

Zemeckis admitió hace poco que le gustaría retornar al universo de "Volver al futuro"
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Robert Zemeckis: "Solo uso la IA para hacer maquillaje digital"

El realizador reunió a la pareja de "Forrest Gump" para una película que atraviesa los tiempos y fue duramente castigada por la prensa. "A veces las críticas son comprensibles, a veces son infundadas", señala. "Todo el mundo hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene."

No vale la pena andarse con rodeos. Hablo con el director Robert Zemeckis, ganador de un Oscar en 1995 por Forrest Gump, sobre su nueva película Aquí, estrenada en noviembre en Estados Unidos -en Argentina llegó a comienzos de este mes- con algunas de las críticas más duras de su carrera. "Es una película tan desalmada que me pregunto qué sentido tiene», afirmó Screen Rant. El New York Observer la calificó de "aburrimiento serpenteante", mientras que el periódico especializado Variety se centró en el retrato "decepcionantemente genérico" de los personajes. "Aquello que en la historieta resulta dinámico, en el cine produce una inmovilidad escénica que de modo inevitable remite al teatro (a pesar del empeño de Zemeckis para forzar una agilidad de la que el propio sistema elegido carece)", escribió en Página/12 el crítico Juan Pablo Cinelli, refiriendo a la novela gráfica original de Richard McGuire. En contradicción con la célebre frase de Forrest Gump, parece que la vida no siempre es como una caja de bombones.

De esa manera, la recaudación en taquilla de Aquí se vio mermada por las críticas en Estados Unidos, con unos 12 millones de dólares. Pero, ¿está Zemeckis dolido por las críticas? "Bueno, a veces aprendés de las críticas y las entendés", responde encogiéndose de hombros, "y a veces las críticas son completamente infundadas, y entonces están criticando algo que es absolutamente perfecto pero que simplemente no les gusta. Así que hay que ignorarlas y no preocuparse por ellas. Quiero decir, todo el mundo hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene. Y las críticas... son cosa suya".

Zemeckis ya ha pasado por esto. Cuando realizó en 2004 El expreso polar, la historia del viaje de un niño al Polo Norte en un tren mágico, la crítica se cebó con la animación por captura de movimiento (incluido un Tom Hanks generado por computadora en el papel del revisor), dando lugar prácticamente a la expresión "valle inquietante" para expresar el aspecto no lo bastante humano de los personajes. Aun así, la festiva película recaudó 318 millones de dólares en todo el mundo, un ejemplo perfecto de cómo el público tiende a no coincidir con los críticos a la hora de valorar el trabajo de Zemeckis. Su dedo ha medido con frecuencia, y con éxito, el pulso populista.

Aquí Zemeckis se reúne con Hanks y Robin Wright por primera vez desde que hicieron Forrest Gump, su historia de un timpo simple y de buen corazón que imparte lecciones de vida. También se reencuentra con Eric Roth, su guionista de Forrest Gump, para abordar la novela gráfica publicada por McGuire de 2014, una historia que abarca siglos mientras explora las vidas de varios personajes, todos los cuales han ocupado la misma parcela de tierra en Pensilvania. Entre los habitantes de este único espacio de suelo estadounidense se encuentran una pareja de nativos americanos, el inventor del sillón La-Z-Boy y un veterano alcohólico de la Segunda Guerra Mundial, interpretado por Paul Bettany.

Hanks interpreta a Richard, el hijo del personaje de Bettany, frente a la Margaret de Wright, y la pareja se enamora, se casa, tiene hijos y se enfrenta a las típicas complicaciones de las relaciones a medida que envejecen. En una narración compuesta de viñetas episódicas, su trayectoria es la más sustancial, su historia excesivamente sentimental encaja con los queridos temas de Zemeckis sobre la familia, la nostalgia, el aislamiento y la soledad. "Creo que los cineastas a menudo tienen que hablar desde el corazón", dice Zemeckis, un comprometido hombre de familia, que tiene tres hijos de su segundo matrimonio con la actriz Leslie Harter.

Hablamos a través de Zoom, con Zemeckis enmarcado en una pequeña ventana de la computadora, lo que resulta especialmente apropiado dada la estética visual de Aquí, una película que se mueve entre sus diversas narraciones a través de ventanas rectangulares que aparecen en la pantalla, señalando la acción que se avecina desde otra línea temporal a medida que la historia va saltando. Humilde en persona, este hombre de 72 años y gafas habla con entusiasmo y calidez, aunque algunas de sus respuestas puedan ser tan sentimentales como sus películas.

Zemeckis se muestra especialmente efusivo con sus actores. "Lo que me queda de esta película es haber trabajado con el magnífico reparto que tenía", dice. "Para mí, eso me acompañará el resto de mi vida. Completamente". Ha trabajado con Wright en cuatro ocasiones, mientras que con Hanks ha colaborado en cinco, la última de las cuales fue la fallida adaptación de Pinocho en 2022, en la que Hanks interpretó al carpintero Geppetto. Sin embargo, la suya es una de las parejas más fructíferas de Hollywood, con una recaudación cercana a los 1.500 millones de dólares, y hay algo en la simpática personalidad de Hanks que encaja a la perfección con el sano barniz estadounidense de Zemeckis.

Por eso resulta extraño que Zemeckis afirme que no pensó en Hanks desde el principio para Aquí. "Cuando escribo no sé quiénes son los actores. Siempre escribo sombras", dice, antes de hacer una afirmación que parece poco sincera. "Entonces empecé a pensar en quién podría ser el reparto, y Tom Hanks para ese personaje fue mi primera opción. Le envié el guión y aceptó inmediatamente, lo que fue una gran emoción para mí. Y luego mi siguiente primera opción para Margaret fue Robin, y sucedió lo mismo... Tuve la suerte de que mis dos primeras opciones, actor y actriz, aceptaran hacer la película".

Zemeckis, nacido en Chicago y residente en California, está detrás de algunas de las películas más importantes de Hollywood de los años ochenta y noventa, como la trilogía Volver al futuro, Quién engañó a Roger Rabbit y La muerte le sienta bien. Es un maestro de la acción trepidante -por ejemplo, una Michelle Pfeiffer drogada que se ahoga en su propia bañera en Revelaciones (2000)- y también sabe ampliar el medio. Puede pensarse en el innovador híbrido de acción real y animación de Roger Rabbit, en el que el detective de Bob Hoskins es atormentado por los dibujos animados de Looney Tunes. O la historia de supervivencia en una isla desierta, Náufrago (2000), también protagonizada por Hanks. O sus incursiones pioneras en la captura de interpretaciones, mediante la cual filma a actores y luego los anima por computadora, como hizo con El expreso polar y su adaptación de Charles Dickens Los fantasmas de Scrooge (2009).

Esta película también le proporcionó la plataforma perfecta para ir más allá de los límites cinematográficos, y a pesar de su falta de profundidad en los personajes y de resonancia emocional en su intento de transmitir los momentos fugaces y frágiles de la vida, es un atrevido intento de hacer algo nuevo. Con la cámara fija en una posición -en la esquina de un salón suburbano en los momentos más contemporáneos de la película-, se trata efectivamente de una película de un solo plano, en la que la acción pasa de un siglo a otro y de un argumento a otro.

Para Zemeckis, rodar una película sin mover nunca la cámara fue todo un reto. "Cuando empezás podés pensar que es fácil, pero una vez que te das cuenta de lo que hay que hacer -es decir, que todas las escenas de la película tienen que funcionar desde un punto de vista único-, la preproducción se convierte en un trabajo increíble, y hay que averiguar exactamente dónde va a estar todo, dónde se van a juntar las esquinas de las paredes de la habitación, dónde se va a colocar la ventana y qué va a haber exactamente fuera de la ventana".

Aquí también se plantea el tema de la Inteligencia Artificial, ya que Zemeckis utiliza una herramienta de inteligencia artificial generativa del estudio de efectos visuales Metaphysic para rejuvenecer a Hanks y Wright, de forma parecida a la técnica utilizada en El irlandés de Martin Scorsese, en la que Robert De Niro y otros se quitaron años de encima. Zemeckis fue criticado por retrotraer a Richard, en el papel de Hanks, y a Margaret, en el de Wright, a su adolescencia, al igual que hizo con el CGI empleado en El expreso polar. "Los resultados parecen cualquier cosa menos naturales", sugirió Variety.

La IA, por supuesto, fue uno de los temas clave de las huelgas de los sindicatos Sag-Aftra de 2023, en las que Hollywood se paralizó porque los actores se quejaban de que los estudios utilizasen la tecnología para sustituirlos. ¿Qué opina Zemeckis? "Quiero decir que la IA va a hacer muchas cosas que a nosotros no se nos ocurren", afirma. "Lo que aprendí haciendo una película sobre el futuro -se refiere a Volver al futuro II, de 1989, ambientada en 2015- es que siempre la subestimamos cuando intentamos predecirla. Yo utilizo la IA para crear maquillaje digital, es para lo único que la uso".

Evitando hacer grandes declaraciones, agrega: "En realidad, nunca intento predecir el futuro cuando hago una película... Nunca sería tan presuntuoso como para intentar predecir el futuro de la tecnología, porque avanza muy rápido. No sería capaz de adivinarlo en absoluto".

Zemeckis ha jugueteado con los efectos visuales desde que era un niño, haciendo películas de 8 mm en la casa que compartía con sus padres en los años sesenta. Siempre innovador, llegó a ganar un Oscar de la Academia de Estudiantes por su cortometraje de 14 minutos A Field of Honor. La historia de un ex soldado conmocionado que sale de un sanatorio, interpretada con el tema de La gran evasión, llamó la atención de Steven Spielberg, que quedó tan impresionado que produjo las primeras películas de Zemeckis, I Wanna Hold Your Hand (1978) y Autos usados (1980), protagonizada por Kurt Russell en el papel de un malvado vendedor de coches.

Desde entonces, Zemeckis se ha convertido en uno de los protegidos de Spielberg (todas las películas de Volver al futuro fueron producidas por Amblin, la empresa de este último), aunque podría decirse que asume más riesgos que su antiguo mentor. ¿Qué le queda a un director que parece haberlo hecho todo? Zemeckis declaró recientemente al podcast Happy Sad Confused que le encantaría volver al universo de Volver al futuro -algo a lo que se ha resistido durante décadas- y adaptar a la pantalla el exitoso musical realizado sobre la misma película. Sería interesante volver a verlo en ese mundo.

Pero como Aquí intenta enseñar, la vida es corta. "Oh, la vida es definitivamente muy corta", asiente Zemeckis. “Pero estoy muy agradecido de haber podido hacer lo que quise”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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Fuente: https://www.pagina12.com.ar/798135-robert-zemeckis-solo-uso-la-ia-para-hacer-maquillaje-digital