No es una definición nueva, pero vale la pena decirlo una vez más: Wos es el artista más interesante y excitante del rock argentino actual. Desde su aparición en la escena del freestyle, su edición del tema Púrpura en 2018 y el lanzamiento de sucesivos singles, siempre se mostró original, disruptivo, innovador y arriesgado, rompiendo las barreras de los estilos una y otra vez.
Como tantos artistas en estos tiempos, Valentín Oliva (el nombre real de Wos) consiguió llegar de manera meteórica a la cima, pero también consiguió lo más difícil e inusual en esta época de one-hit wonders: mantenerse y seguir sorprendiendo con cada lanzamiento, como sucedió con el por momentos introspectivo y experimental EP Tres puntos suspensivos, y después con su gran segundo disco.
Y así como interrumpió el ascenso de la imparable seguidilla de Groove, Luna Park y festivales de rock (como Mastai y Cosquín) con la decisión de alejarse de los escenarios durante toda la pandemia, ahora volvió como quería: a lo grande, en estadios y ante miles de fans para presentar su álbum Oscuro éxtasis.
El regreso fue en Obras, donde cuatro fechas no alcanzaron para satisfacer la demanda de entradas, pero es lo que hay, no agregó más funciones y esta noche el total llegará a 20 mil personas.
Adrenalina, energía, fuerza, pasión. .. todos los adjetivos dignos del mejor rock se pueden aplicar a lo contundente que es ver a Wos en acción.
Es una lástima que por prejuicio todavía haya viejos rockeros que no le den el innegable reconocimiento que merece, porque este veintitresañero va mucho más allá del freestyle y el rap.
Pertenece al amplio universo del rock argentino, que 30 años atrás abrazó sin dudarlo a los Kuryaki y permitió el ingreso de una nueva corriente musical, pero que ahora a veces se pone a la defensiva ante el freestyle y el trap.
Wos en Obras fue un torbellino imparable de palabras y rimas, un despliegue de riffs y beats adictivos, una constante sucesión de canciones que dejaban a todos sin aliento.
Arrancó entre la gente, junto a la tarima del seguidor de luces y recién después se instaló en el escenario para disparar un hit tras otro. Por ejemplo Que se mejoren, Mirá mamá, Melón vino, Luz delito, Canguro y Púrpura.
Lo genial de tener solo dos discos y un EP es que nada queda afuera de la lista de temas. Más adelante le llegará el dilema de hacer shows más largos (tipo La Renga) o dejar algún hit afuera. Por ahora es un éxito tras otro.
Al igual que en las dos funciones de la semana pasada, tuvo invitados como Ca7riel (que reprodujo el guiño a Fatboy Slim de Niño gordo flaco), el trío percusivo que incluye a su padre Alejandro Oliva (en Alma dinamita), una sección de vientos y el coro gospel Afro Sounds (en Mugre), además de la presencia virtual de Ricardo Mollo en video (“Culpa”).
En otras funciones estuvo Acru con su catarata de freestyle.
En la banda estable están Natasha Iurcovich (bajo), Facundo “Evlay Beats” Yalve (guitarra), Fran Azorai (teclados) y Tomas Sainz (batería). El propio Wos se sumó en percusión y guitarra en dos temas. Mención aparte para las impresionantes pantallas de video del fondo, que dieron el toque de espectacularidad adecuada.
Ahora viene un verano intenso para recuperar el tiempo donde Wos se alejó de las giras y apostó a la introspección y producción de nuevo material. Y después, ¿quién sabe?, quizás lo mejor esté por venir, pero mientras tanto disfrutemos lo que hay, que es magnífico.
WD
Fuente: https://www.clarin.com/espectaculos/musica/wos-artista-derriba-fronteras-pura-rima_0_lkeoKk91t.html