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7/12/2018

Se despide (o casi) de los escenarios el 8 de diciembre en la Usina del Arte

Vitillo Ábalos: una vida de folclore entre Santiago del Estero, Nueva York, Los Beatles y el Papa

A los 96 años, es una leyenda que esquiva la jubilación. El repaso de una vida de película. 

Vitillo Ábalos: una vida de folclore entre Santiago del Estero, Nueva York, Los Beatles y el Papa
Vitillo Ábalos: una vida de folclore entre Santiago del Estero, Nueva York, Los Beatles y el Papa


Inseparables. La sociedad que Vitillo estableció desde muy chico con el bombo legüero sigue en perfecta sintonía. (Foto: Fernando de la Orden)
Inseparables. La sociedad que Vitillo estableció desde muy chico con el bombo legüero sigue en perfecta sintonía. (Foto: Fernando de la Orden)


Machingo, Adolfo, Roberto, Vitillo y Machaco; cinco hermanos y una esencia compartida durante seis décadas.
Machingo, Adolfo, Roberto, Vitillo y Machaco; cinco hermanos y una esencia compartida durante seis décadas.


Hablando en japonés. Dos meses y 20 días de 1966 de gira por la isla, y un programa de televisión de despedida compartido con Arthur Rubinstein y The Beatles. (Foto: Fernando de la Orden)
Hablando en japonés. Dos meses y 20 días de 1966 de gira por la isla, y un programa de televisión de despedida compartido con Arthur Rubinstein y The Beatles. (Foto: Fernando de la Orden)


En 1984, los Hermanos
En 1984, los Hermanos


Entre recuerdos que tapizan paredes y llenan vitrinas de su casa, el ensayo para el espectáculo del sábado 8 de diciembre en la Usina del Arte apura el final de la entrevista. Y dan ganas de que no termine nunca. (Foto: Fernando de la Orden)
Entre recuerdos que tapizan paredes y llenan vitrinas de su casa, el ensayo para el espectáculo del sábado 8 de diciembre en la Usina del Arte apura el final de la entrevista. Y dan ganas de que no termine nunca. (Foto: Fernando de la Orden)



"¡Señales de humo usábamos, cuando empezamos!". Sentado en una silla que cuenta que trajo desde algún lugar del mundo, Vitillo Ábalos se ríe con ganas de su ocurrencia, mira el grabador y pregunta: "¿Ya estamos actuando?". Entonces, a la vieja usanza, saluda: "Un saludo a los lectores de Clarín".  A los 96 años, Víctor Manuel Ábalos es, posiblemente, una de las últimas leyendas vivas del foclore argentino, que se rehúsa a jubilarse, a pesar de que la promoción del espectáculo que dará el 8 de diciembre en la Usina del Arte lo anuncia como su despedida de los escenarios.  

Inseparables. La sociedad que Vitillo estableció desde muy chico con el bombo legüero sigue en perfecta sintonía. (Foto: Fernando de la Orden)

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]]>"Yo siempre digo que casi será la última", dice, y después de recordar que sigue al aire con su programa en Nacional Folklórica, los miércoles de 20 a 21, advierte: "Mientras pueda seguiré dando lo que Santiago del Estero y mi país me enseñaron".  Al fin y al cabo, nada muy distinto que lo que él y sus hermanos, Machingo, Adolfo, Roberto y Machaco. le dijeron a su padre cuando, en 1939, le pidieron permiso para presentar el espectáculo Patio provinciano en el Consejo de mujeres. "Al principio no se alegró; decía que no era oportuno. Pero mamá lo doblegó", recuierda. Y completa: "Nos dio permiso por cinco años, y terminamos haciéndolo durante 60".

Dueño de una memoria prodigiosa, Vitillo avanza en su relato poniéndole fecha a cada episodio sobresaliente de una trayectoria inigualable. "1941, Buenos Aires: alquilamos un local para actuar en Santa Fe y Paraná. Mamá vio el lugar y dijo: '¡Achalay!'- Acababa de bautizar el lugar. En quecha, 'achalay' quiere decir algo hermoso, lindo. Pasa una chica y uno de dice: 'Achalay'. Un piropo en quechua".

Así va, casi año por año, desgranando una historia en la que poco después de llegar de su Santiago natal -"Allí no había universidad, y por una cuestión económica era mejor que todos estuviéramos en un soilo lugar", explica-, muy pronto Vitillo dejó atrá el temor a salir a la calle por el miedo de que lo pisara un tranvía.  "Exagerando, Santiago tenía unos 40 mil habitantes; y Buenos Aires era una ciudad cosmopolita, donde se hablaban muchos idiomas y donde había que explicar todo lo del campo. 'Che, pibe, ¿qué es eso?'. me preguntaban cuando me veían con el bombo".

Machingo, Adolfo, Roberto, Vitillo y Machaco; cinco hermanos y una esencia compartida durante seis décadas.

Entonces, cuenta que "a veces" llegaban a juntar 50 personas -"¡Eh, bárbaro!", se ríe-, que un día fue Lucas Demare y les pidió algo "movido, alegre" para la película la guerra gaucha, y que así nació Carnavalito quebradeño, y que eso "fue un trampolín tremendo". Que en 1947 armaron Achalay Huasi, un lugar en el que "tocaban el dúo Martínez-Ledesma, el 'Mono' Villegas, los Ábalos. .. "-¿Todos en la misma noche?-Todo junto. Música: el arte de combinar los sonidos.  Una noche llegó Discépolo. Vino con su señora, española, y un grupo de amigos; y un cliente pidió permiso para cantar Cambalache. Machingo lo acompañó en el piano. Cuando terminan, Dicépolo me llama: “Ché pibe, este coso ama al tango, pero el tango lo odia a él". ¡Era tremendo, Discepolín!

Vitillo sigue: "En 1951 vendimos todo para ir a Nueva York. Llegamos en barco. Actuamos en la tele, en colores. .. Un señor que tenía un negocio, al que le iba muy bien con la paella, nos llevó a tocar como los 'gauchos of the pampas'. También había unos negritos que tocaban jazz". Y siguen los lugares, las canciones -Nostalgias santiagueñas, Casas más casas menos, Agitando pañuelos, Juntito al fogón- y los nombres. ¡Y qué nombres! "1966, Tokio. Habíamos pasado dos meses y 20 días girando por Japón, y el canal de televisión NHK nos hace una despedida. El programa se llama La música nunca muere. El día anterior, en el ensayo, había una orquesta; le dije a Machingo: 'Qué cosa hermosa'. Y me respondió: '¡Callate, tonto! Están afinando".

Hablando en japonés. Dos meses y 20 días de 1966 de gira por la isla, y un programa de televisión de despedida compartido con Arthur Rubinstein y The Beatles. (Foto: Fernando de la Orden)

El hombre ríe por enésima vez, y nombra a quienes estuvieron en esa "despedida". "El elenco, Arthur Rubinstein, un ballet de Rusia, una cantante japonesa y unos muchachitos de flequillo. .. Los Beatles". La cantera de historias de Vitillo es inagotable, pero el tiempo se agota. En otra sala, Franco Luciani, Matías Martino y compañía lo esperan para empezar a ensayar. recuerda unn restorán que abrieron en los '60, y una especie de peña casera que inspiró un "club de la llave" en Londres. Una gira por Lisboa en los '80, una visita al papa Juan Pablo II que les pregunta si siendo cinco hermanos nunca se peleaban. "Nunca", le dijeron.

En 1984, los Hermanos Ábalos visitaron al papa Juan Pablo II en el Vaticano. "Cantamos, zapateamos y bailamos", recuerda Vitillo.

-¿Nunca un entredicho por cuestiones artísticas o de dinero?-Nunca. Hasta el día de hoy estoy sorprendido. Vivíamos informándonos todo. No era fácil. Machingo tuvo dos hijos, Adolfo seis, Roberto, Machaco y yo, dos. Había que darles de comer a todos, y no era fácil.  Por suerte, las cosas andaban bien. No muy bien; pero bien. -¿Nunca pensó en decir basta?-Lamentablemente me pasó. 1997, Roberto nos dice: “Muchachos, vengan a casa mañana”. Nos veíamos todos los días, y fuimos.

-¿Cómo se saludaban: con un beso, se daban la mano, se abrazaban?-En ese orden.

-¡Ja! ¿Y entonces?-Llegamos y nos dijo: "Los he citado para contarles y pedirles lo siguiente: Dejemos de tocar". Se hizo un silencio. ¿Por qué? Porque la gente se acuerda de nosotros, personas muy grandes, sin muletas, sin silla de ruedas. .. Que sí, que no; al final nos convenció, y se terminó. Al otro año, extrañaba tanto, que armé El patio de Vitillo Abalos.  -Ahora, de nuevo dicen que se termina. Supongamos que es cierto que el concierto del sábadop es el último. ¿A qué piensa dedicarse cuando ya no toque más?-¡A ser joven!

Entre recuerdos que tapizan paredes y llenan vitrinas de su casa, el ensayo para el espectáculo del sábado 8 de diciembre en la Usina del Arte apura el final de la entrevista. Y dan ganas de que no termine nunca. (Foto: Fernando de la Orden)

"Vitillo con amigos", el sábado 8 de diciembre a las 21, en la Usina del arte, Caffarena 1, con entrada gratuita. Contará con la participación de su sobrina Nancy Ábalos y sus sobrinos nietos Rocío Sanjurjo Ábalos y Juan Gigena Ábalos. También estarán Jimmy Rip, Valentín Chocobar, Franco Luciani, Matías Martino y Darío Barozzi. Bailarán Elvira Aguirrebarrena -su compañera- y Juan Cruz Guillén con Sabina Di Salvo. Además, vienen desde Río IV los integrantes de El Patio de Vitillo Ábalos y habrá un malambo homenaje a los Hnos Ábalos por el grupo Malam-Ábalos.

Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/vitillo-abalos-vida-folclore-santiago-estero-nueva-york-beatles-papa_0_1Zny5_vwH.html