No parece una serie estadounidense. Dicho sin la menor intención de elogiar o criticar a partir de esta percepción. La frase inicial, cargada de subjetividad, viene a cuento de su matriz, que ni siquiera parece prima de sus coterráneas. Tiene como un ritmo británico, que bien podría haber sido concebida por la maravillosa cadena de ITV. Pero no: Defending Jacob es una gran producción de Apple TV+, sin vértigo, ni clichés, ni regodeo de su recorte urbano. La cámara va al ombligo de una familia, que entiende que el enemigo está afuera, para animarse a buscarlo adentro.
La serie de ocho episodios, estrenada en esa plataforma el 24 de abril y disponible en la Argentina, comienza con dos lugares comunes, que amenazan con abrir esa compuerta de lo previsible. Pero, al seguir viendo, da la sensación de que se quitaron esas dos balas de encima, para luego zambullirse en un relato que trasciende el registro tradicional de drama criminal con el que se presenta.