A raíz de los efectos colaterales que provoca la pandemia del coronavirus, y de la masiva suspensión de espectáculos públicos aquí y en todo el mundo, los cantantes líricos del país contaron su delicada situación en una carta pública en la que explican que ellos viven de lo que producen “físicamente”, y que para lograr permanecer necesitan contar con “un público” que complete el círculo de comunicación.
“Somos un conjunto pequeño que abastece un mercado también pequeño. Por la naturaleza de nuestro trabajo, es posible que haya quienes tengan una idea glamorosa de nuestras vidas, sin embargo somos trabajadores como tantos otros de nuestro país”, dicen agrupados en un colectivo que firman, entre otros, Daniela Tabernig, Jaquelina Livieri, Gustavo López Manzitti, Fabián Veloz y Hernán Iturralde.