Era la Mujer Maravilla de la escena del rock de los '80. Tenía grupo propio, Metrópoli -junto a Ulises Butrón-, componía con Gustavo Cerati, cantó para el Flaco Spinetta, Federico Moura, Fito Páez. Un día se fue a los Estados Unidos, donde iba a grabar el que sería su primer álbum solista, y se enamoró de un tipo que había hecho la música de la película Bagdad Café (Bob Telson). Su autoexilio duró de 1989 a 2003. Desde entonces perdió la silla como el que se fue a Sevilla, y es una verdadera pena que haya que explicar a Isabel de Sebastián dando pistas de su talento, su poética, su voz, su preciosidad aristocrática.
¿Quién sería hoy Isabel de Sebastián si jamás se hubiera ido?