Mujer no se nace, se hace, o en la frase original de Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, se llega a serlo”, reflexionaba la legendaria filósofa francesa, escritora y activista feminista en su libro El segundo sexo, al plantearse qué es una mujer. Publicado en 1949 es clave, fundacional para el feminismo y allí demostró ser una precursora del movimiento, luchadora por la igualdad y los derechos de las mujeres, como la despenalización del aborto –legalizado en Francia en 1975, De Beauvoir hizo un manifiesto en 1971 que firmaron 343 mujeres declarando haber abortado y reclamando “el aborto libre”–.
En el libro, aborda e instala en la sociedad estos temas aún vigentes y pendientes, expuestos a nivel mundial con la Ola Verde y los colectivos feministas que luchan a diario por sus derechos como #NiUnaMenos, #MeToo, entre otros que retoman su legado como inspiración al alzar sus voces y cuerpos. Pero ¿qué quiere decir en realidad? Y ¿cómo se lee en el presente? ¿Cobra un nuevo sentido?
En una entrevista del archivo de la Televisión Española, la autora de La mujer rota, expresó: “No creo y no hay eterno femenino desde el origen, son roles y eso se ve al estudiar la sociología. La antropóloga estadounidense Margaret Mead diferenció los roles según los pueblos, lugares donde la mujer realiza trabajos que entre nosotros son considerados como masculinos, y que no hay nada de eterno dentro de eso. La verdad al otro lado de los Pirineos puede ser otra que aquí: el papel de los hombres y las mujeres no está determinado de forma absoluta en todas las civilizaciones, hay grandes cambios”.
Desde Francia, Laetitia Colombani –multifacética artista y autora del best seller internacional La trenza– responde a la consulta de Clarín: “Su frase evoca la diferencia entre las palabras ‘femenino’ y ‘mujer’: se nace biológicamente femenino y luego te convertís en mujer. Tanto mujeres como hombres, son animales sociales moldeados por la sociedad, cultura, educación, a las que tienen acceso y por las conscientes e inconscientes instrucciones que les son impuestas. Donde sea que ellas vivan en el mundo son discriminadas, encasilladas moral, social, religiosamente y con restricciones a la educación. Su pelea por la libertad es una lucha constante. Podría escribir ‘una no nace como una mujer libre, te convertís en una… a veces’: existen aún muchísimos lugares en donde las mujeres no tienen esta oportunidad”.
¿Por qué hoy resurge una premisa del siglo pasado? “El libro de Simone de Beauvoir sigue aún vigente y la frase ha sido resignificada en distintos momentos históricos. Hoy se replica al pensarse que no se nace gay, lesbiana, travesti (y más), sino que son construcciones culturales y sociales. La gran apuesta de los feminismos fue salir de la naturaleza y la biología sobre todo: que la 'mujer da vida', engendra y que eso compone una esencia femenina. Esa naturalización de ‘lo femenino’ llevó a una diferenciación discriminatoria en lo social, económico, político y cultural, que persiste, aunque ahora esa idea esté esmerilada. Lo más notable es que esa naturalización no pesa de igual modo en el caso de los varones”, explica la historiadora Mirta Lobato, e investigadora de la UBA.
Fuente: http://www.clarin.com/cultura/-quiere-decir-frase-nace-mujer-llega-serlo-_0_4zpyZJQqZ.html