En Breaking Bad apenas sabíamos que el colorido, sin ningún tipo de dilema moral y ávido de dinero, pero sobre todo muy querible, abogado de Walter White no se llamaba Saul Goodman, y que había tomado ese nombre -simplemente- porque "un apellido judío le da confianza a un abogado". Además de que en inglés suena como "It's all good, man", una especie de "Está todo bien, hombre".
Pero si hay algo que nos dejó bien en claro Better Call Saul, el destacado spin-off de Breaking Bad que recientemente estrenó su quinta temporada en Netflix, es que en esta decisión hay mucho más detrás que una simple idea publicitaria para atraer clientes.