Fue una desgracia con suerte, un gran susto para todos los que estaban presenciando el concierto en el Wizink Center de Madrid, donde Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat daban un concierto.
En pleno show, mientras Sabina cantaba, aparentemente encandilado por las luces, el cantante se resbaló, perdió el equilibrio y cayó desde el escenario.