Desde hace 30 años les habla en su idioma a los niños y adolescentes de la Argentina (y el mundo). Sabe interpretarlos y escucharlos, no los subestima y, desde esas virtudes, construyó universos fantásticos con historias de amistad y canciones cursis de amor que se cantaron, al menos, por cuatro generaciones. Hasta logró que miles de personas, en Israel, hablen un porteño perfecto que aprendieron gracias a sus programas.
Cris Morena es la mujer televisión, de los '90 a esta parte. Una de las más importantes empresarias culturales de nuestro país. Supo navegar en aguas históricamente masculinas y demostrar, acá y afuera, que sabe cómo producir programas “para chicos” de calidad y exitosos.