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Muchos de sus seguidores reclaman que deberían haberle dado todavía más espacio a Beyoncé en la nueva versión animada, digitalizada y foto realista, del clásico de Disney El rey León. Además de ponerle su voz e interpretación a la amigovia del protagonista Simba, la cantante armó un álbum que funciona como compañero de la película y que se llama The Gift , un ”regalo” para los muchos amantes de la historia que es hit en Broadway desde 1997.

Además de cantar ella en el single Spirit que aparece en pantalla, produce a varios artistas nigerianos y a nombres famosos del hip hop como Donald Glover (la voz a Simba), Pharrell, Kendrick Lamar y hasta su propio esposo, el mega productor Jay Z.

Beyoncé, cuya fortuna según Forbes llega a los 400 millones de dólares, claramente no necesitaba el salario de Disney, pero dice el director Jon Favreau que quiso participar de esta nueva versión del hit animado de 1994, para poder compartir la experiencia con sus hijos pequeños.

Esta cronista tuvo la oportunidad de participar de la promoción con el elenco de la película hace dos semanas en Los Angeles. Beyonce brilló por su ausencia y nunca la frase hecha es mas auténtica. Todos los periodistas le preguntamos a sus compañeros de elenco por ella, la protagonista que pegó el faltazo. La mayoría solo la había visto cuando posaron juntos en una foto histórica o en el estreno de la película en Hollywood, al que llegó vestida con brillos en perfecta combinación con los su hija Blue Ivy, que participó en la letra de una de las canciones de The Gift.

La cantante interpreta (y según el director lo hizo poniendo lo mejor de su arsenal dramático) a la leona Nala, quien de niña es la mejor amiga de Simba y de grande va a buscarlo al exilio para que tome su lugar como el rey de la manada, destronando a su tío maléfico, Scar.

Ya había actuado antes, en Dreamgirls, y en una de la saga de Austin Powers, pero aquí aprovechó además para ofrecer su talento musical; curando, produciendo y actuando en el álbum The Gift, donde introduce el concepto del afro beat a las masas.

Beyoncé reinó aunque no vino a la conferencia de prensa ni dio entrevistas personales a los medios que la persiguieron en la alfombra roja, la de Hollywood y la de Londres, donde aprovechó para codearse con la actriz californiana Meghan Markle, convertida en realeza británica desde que se casó con el príncipe Harry. “Mi princesa” la llamó Beyoncé a Meghan, mientras su esposo Jay Z le dio un consejo a la pareja real: “Nunca se olviden de tomarse un tiempo para ustedes” .

Esta semana por fin un programa del canal ABC (propiedad de Disney) la mostró en una breve entrevista donde Beyoncé le asegura a Good Morning América que creció viendo esta película, “la primera de Disney que me hizo llorar”.

“Como madre, mi familia es mi prioridad. No hay muchas películas donde uno pueda ir con sus hijos con tanto orgullo, pasando el legado” le dijo a la conductora. La cuota de feminismo la puso al decir que está bien que el director Favreau la haya puesto a Nala a pelearle el lugar a los malos al lado de Simba. “Las mujeres somos las guerreras” resumió.

Dijo también que su álbum es un tributo a Africa y que en el video de Spirit quiso mostrar como Dios es el pintor y como la belleza de la naturaleza no necesita dirección artística.

El comediante Seth Rogen, que le da la voz al jabalí Pumbaa, asegura que nunca vio algo parecido al magnetismo de Queen B. Explicó que en el estreno en Los Angeles, antes de mostrarle la película a los invitados famosos, el director fue haciéndolos pasar de a uno al escenario y que cuando la nombró a Beyoncé, el público enloqueció y la aplaudió de pie. “Sin haber visto nada todavía , inédito”.

“Es que ella una especie de Oprah Winfrey, es presidenciable” la elogió Donald Glover. “Beyoncé presidenta”. No le tiren ideas a su club de fans.

JB