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29/9/2018

Entrevista

Carlos Mata: "Decidí esconderme en mi mejor momento"

Atravesó un éxito avasallante en los ochenta y noventa. Fue galán de telenovelas y cantante, pero una crisis lo llevó al retiro. Volvió a escena seis años después y más tarde sufrió un accidente. "Estuve a punto de morir", cuenta.

Carlos Mata: "Decidí esconderme en mi mejor momento"
Carlos Mata: "Decidí esconderme en mi mejor momento"


Una vida sin tantos flashes. Carlos Mata hace teatro en Miami. (Instagram).
Una vida sin tantos flashes. Carlos Mata hace teatro en Miami. (Instagram).


Carlos Mata y Jeannette Rodríguez, los protagonistas de la telenovela "Cristal".
Carlos Mata y Jeannette Rodríguez, los protagonistas de la telenovela "Cristal".


Carlos Mata, galán de telenovelas en los ochenta y noventa.
Carlos Mata, galán de telenovelas en los ochenta y noventa.


Un milagro me salvó. Estuve a punto de morir", dice Mata (Instagram).
Un milagro me salvó. Estuve a punto de morir", dice Mata (Instagram).



El título noventoso era recurrente: “Carlos nos mata de amor”. El hombre, un metro setenta y cinco, estampa de caribeño inocente, bronceado en su punto justo, era una prolífica empresa: sus besos fogosos a Jeannette Rodríguez, a Maricarmen Regueiro y a otras heroínas venezolanas se exportaban a Latinoamérica. A eso se sumaban los hits románticos que él entonaba y musicalizaban los culebrones, combo que Argentina importó en 1993, cuando lo convocó para que protagonizara Déjate querer, junto a Catherine Fulop, por Telefe. Nada podía hacer prever que en la vida real ese galán lo dejaría todo por amor, como en sus telenovelas.

Una vida sin tantos flashes. Carlos Mata hace teatro en Miami. (Instagram).

"Decidí esconderme en mi mejor momento", explica desde Miami Carlos Enrique Mata, 66 años y una melancolía que lo devuelve unos segundos a 1992, cuando llenó 11 Gran Rex consecutivos. "Tuve un gran momento de popularidad que incluía  a los países árabes. Me la pasaba de avión en avión y eso creaba conflicto en mi matrimonio. En plan de rescate familiar, abandoné la carrera y nos fuimos a Nueva York. Ya había ganado mucho dinero. Tengo la conciencia tranquila porque lo intenté, pero fue un gran error".

Nacido en Caracas, segundo de siete hermanos, estudió arquitectura y fue esa carrera el puente hacia la actuación. Tocaba la guitarra en sus recreos universitarios y un día un amigo le pidió que lo acompañara a una audición. Terminaron tomándole una prueba para Godspell, donde encarnó a Jesucristo. Después llegarían los culebrones, los millones y hasta "los dedos fracturados y los labios partidos seis veces en avalanchas de niñas".  "En República Dominicana tuve que salir del estadio por un techo. En Chile a mi manager se le ocurrió disfrazar a un tipo para que saliera en mi lugar. Era una locura. Yo, rockero, decía: 'Me meto en una telenovela y las burlas van a ser eternas'. Pensaba: 'Galán es el que levanta las cejas y grita: es inútil María Cristina'. Pero venía una telenovela y otra y otra y me fui quedando en el rubro", juzga el hombre que ahora reaparece vía Spotify, con Déjame intentar, el caballito de batalla de su repertorio.

Carlos Mata y Jeannette Rodríguez, los protagonistas de la telenovela "Cristal".

-¿Cómo fue aquella vida en Buenos Aires en los noventa?-Yo en las grabaciones comía con los técnicos, tomaba el mate baboseado por 15 tipos. Era un acto de comunión eso. Vivía en San Isidro, porque me quedaba cerca Sonotex. A mi manager se le antojó que viviese en una mansión cerca de Grecia Colmenares. Mi hijo Cristian nació en Buenos Aires. Se siente orgulloso, pero no recuerda nada, porque nos fuimos cuando tenía un año. Por asuntos de la vida no volví. Desde muy temprano me había impregnado del sentir argentino, el país me había sido familiar en la juventud. -¿Por qué?​-Porque cuando estudiaba arquitectura y teatro tenía dos amigos argentinos que no tenían dónde vivir y los invité. Enseguida pasaron de ser dos a ser once. En un momento había correntinos, tucumanos, rosarinos. .. y yo tenía que pedir permiso para ir a mi propio baño. Fue una época maravillosa en la que me identifiqué con el humor argentino y conocí a Spinetta, a Almendra, a Sui Generis. Tengo una gran anécdota de mi llegada a Buenos Aires. Yo estaba en una confitería y entran seis tipos con tatuajes hasta en la lengua, heavy metal. Estaba acostumbrado a que en el Caribe eso era buscar pelea. Y resultó que esos tipos veían mis telenovelas: "Carlitos, sos Gardel. Dame un beso". Sentí que allá el público allá es absolutamente sin complejos. El argentino le rinde culto a lo que siente.

Carlos Mata, galán de telenovelas en los ochenta y noventa.

-¿No es absurdo y contradictorio que alguien pida que lo dejes todo como una prueba de amor?-Sí, es absolutamente egoísta. Pero entonces yo subía al avión escondiendo las lágrimas porque sabía que durante un mes y medio no iba a ver a mi hijo. Cuando nos fuimos a Nueva York a no hacer nada, yo me puse a estudiar cine. La gente se preguntaba: ¿Dónde está, lo secuestraron? Mi hijo mayor que hoy tiene 31 una vez me dijo: "No soy experto en la vida, sé que yo te suplicaba llorando que no te fueras. Pero una cosa es dar la vida para salvar a quien amas y otra es regalar la vida, papá". -¿Y fue difícil reinsertarte en el mercado? ¿Hubo que golpear puertas?-No. Me ofrecían cosas y aceptaba lo que me interesaba hacer​. Hice, por ejemplo, un programa con la bellísima Patricia Miccio y a partir de allí volvieron a ofrecerme telenovelas en Miami, Colombia, México. Lo que me dolía era no hacer música. La industria había cambiado cuando volví, las disqueras prácticamente habían muerto.  

Un milagro me salvó. Estuve a punto de morir", dice Mata (Instagram).

-Sufriste un grave accidente en 2013. Eso volvió a alejarte de la industria. -Estuve a  punto de morir. Un año fuera de combate. Fue en 2013. Cinco meses en cama y cinco noches en terapia. Eso me enseñó lo efímero de la vida: ¿Qué te llevas? ¿La caja con discos de platino? No. Todo es cacharro. Resulta que en una grabación de la película tuve que montar a caballo. El animal se me tiró en la última toma y me trituró. Pelvis con fractura y desplazamiento, trombosis venosa y más. Estoy vivo porque fue un milagro. No hubo secuelas.  -¿Volviste a Venezuela?-No pude volver más porque incluso fui amenazado en cadena nacional en 2014 por Maduro. Pero no quiero referirme a eso. -¿Soñás con recuperar esa fama salvaje que tuviste o te alcanzó con la lección?-Carlos Mata se convirtió en marca. Voy a un restaurante, salen de la cocina y me piden una selfie. Pero ya no es la locura de los guardaespaldas. Del Gran Rex yo salía en el baúl. El equilibrio es más rico.  

Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/carlos-mata-decidi-esconderme-mejor-momento_0_wQj7KzFNt.html