Romina Gaetani siempre se mostró como un a mujer libre y de frente, sin ningún tipo de problemas con el que dirán. Pero así como dejó por sentada esa imagen, también en varias ocasiones demostró que hay un factor clave en su vida que es nada más ni nada menos que el amor. “Tuve muchas parejas en mi vida, siempre me vi de novia”, había declarado en su momento. Sin embargo, hubo un lapso de años, luego de su separación de Oski Righi, que la dejaron en un stand by amoroso.
Su última pareja formal y con quien se mostró a los cuatro vientos durante siete años fue el músico Righi, pero una vez que aquella relación llegó al punto final, la actriz pausó su presente sentimental y decidió avocarse a su soltería. “Estuve mucho en pareja, con muchas parejas. Tuve muchas parejas en mi vida, siempre de novia y el último fue Oski Righi, con quien estuve siete años. De eso hace ya cinco años y pico. Luego no volví a formalizar”, dijo en una entrevista.
Luego de eso, se volvió a encontrar con un nuevo amor que si bien nunca formalizó, comentó que lo conoció mientras realizaba temporada en Carlos Paz con una obra de teatro y que era una relación que estaba formando de a poco sin apuros ni prejuicios. “Es un amor que me merezco y siento que debo tener las cosas bien claras para que aparezca gente así, del bien”, manifestó en una nota con Pronto.
Pero… ¿Qué pasó en el medio de su soltería? Así como le encanta estar y permanecer dentro de un vínculo amoroso y cerrado, también le ocurrió de estar durante muchos años sola y aquello trajo sus frutos y consecuencias que hoy los recuerda entre risas y gracias. En su visita al programa que conduce Fer Dente por América, la actriz hizo confesiones íntimas sobre sus relaciones sexuales y aclaró que estuvo tres años sin tener sexo.
“¿Cuánto fue tu tiempo récord sin tener relaciones sexuales?” Le consultó el conductor de Noche al Dente. “Tres años. Tuve una vez por año, pero lo cuento como tres años de no tener sexo”. Y agregó: “Lo cuento así porque con un copetín en un año, no rompes el ayuno. Es como tomarte un caldo de huesos. No se cuenta. Llegué a estar tres años sin tener sexo”. Frente a los años sin vincularse con ninguna persona, aseguró: “Soy de separarme y de hacer duelos largos. Yo te lloro, cierro, puteo. Voy a misa, hago deporte. Todo para estar mejor. Soy bastante espiritual. Si encuentro a alguien en el que crea, independientemente de la religión, avanzo”
Pero había algo que no quedaba del todo claro porque, así como siempre le gustó estar en pareja, sonaba extraño el también dar a cuentas de la cantidad de tiempo que estuvo sola. “¿Le tenés miedo a los hombre?”, indagó Dente. “Miedo no sé si es la palabra, aunque quizás sí. Mi energía masculina está bastante exacerbada, por momentos. Me encanta encontrarme con un compañero que me ubique un poco en mi energía femenina, pero también entiendo que no está mal dicho miedo. No sabría expresarlo en palabras ahora de por qué específicamente, pero muchas veces levanto una muralla”.
Y en esa misma línea, contó detalles sobre una frase que tuvo muy presente en su adolescencia y que no tiene bien en claro de dónde la sacó, pero hasta el día de hoy la lleva como bandera. “Nunca me voy a dejar mantener por un hombre”, decía. “Por eso no quiero nunca depender de un hombre. Anda a saber de dónde tenía esa data de chica de no dejarme ni pisotear ni mantener, ni nada. Un hombre de verdad y que quiera estar a mi lado tiene que bancarse a una mujer independiente, segura, un poco ciclotímica, aventurera cambiante y buena gente, que no tiene rollo”, analizó.
Por otra parte, dejó de lado la seriedad a la hora de hablar sobre vínculos e intimidad y reveló cuál fue el lugar más raro donde tuvo relaciones sexuales y lo que le dejó aquel episodio. “El lugar más raro fue en una cancha de paddle en Mar de Ajó. Hacía un frío… y yo tenía puesto un catsuit. Terminamos chapando en la cancha y yo sin ropa”, confesó y sumó: “Estaba con mi primer novio, Jorge, de Avellaneda. Él fue quien me hizo de Racing”.
